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domingo, 5 de diciembre de 2010

Sobre el artículo "El primer científico de verdad", de Jim al-Khalili

El primer científico de verdad. Al-Hassan Ibn al-Haytham, (965 – 1040) llamado en Occidente Alhazen o Alhacén.

¿Porqué no sabemos más de él y de la ciencia y filosofía árabes, que brillaban mientras europa se sumía en el oscurantismo, y que a la postre serían sus educadores?

Parece justo darle una mayor importancia a la filosofía y ciencia árabes, y pareciera justo preguntarnos, como han hecho muchos, ¿porqué la enseñanza que recibimos está simpre tan sesgada por occidente, occidentalizándolo todo, y poniéndo siempre a occidente como centro del universo y regla de medición de todo lo correcto y bien hecho?

"Me parece" indudable que occidente, y todos los que hemos sido formados en él, o desde él, o para él, debe abrirse más al mundo e incluir más las otras historias del mundo y las otras formas de percibirlo y las otras ciencias. Es un hecho ya muy denunciado, pero hasta ahora quizá no suficientemente, que una comprensión adecuada del mundo, no puede seguir excluyendo a los otros "mundos" y debe esforzarse cada vez más en integrarlos en su propia visión. Así debe hacer occidente y así debe hacer oriente y américa latina, y todas las culturas.

Pero, cada cultura, particularmente las exluídas, las marginadas o marginales debe aprender a no excluírse a sí misma y realizar un trabajo cada vez más serio y profundo sobre sí mismo y la revalorización de su propia producción. Para ser uno con el otro, hay que ser primero uno. Alguna vez habré escuchado algo como eso. El mundo árabe debe alzar más su voz, el mundo oriental, debe alzar más su voz, el mundo latinoamericano debe alzar más su voz, pero no para gritar desesperadamente nadamás (aunque a veces esto es necesario), sino para rescatar, revalorar, profundizar, profesionalizar, y elevar a través del trabajo su propia envergadura, su propia trascendencia en el mundo, para sí mismo y para los demás, y lograr mejor sus propias metas.

Si la historia occidental de la ciencia, de la filosofía, de las ideas, no reconoce suficientemente las figuras de otras zonas culturales, es talvez porque esas mismas zonas culturales no se están reconociendo suficientemente a sí mismas y no han tenido aún la fuerza de plantarse frente al otro para ser reconocido. ¿Porqué nos sigue educando occidente..., a través de nosostros mismos?¿Porqué seguimos siendo portavoces de occidente en nuesta propia educación?

¿Tienen nuestros propios pensadores, científicos, filósofos, cosas suficientemente importantes qué decir?¿O talvez occidente resuelve suficientemente bien nuestros problemas, al grado tal que no necesitamos escucharnos a nosotros mismos?

Quienes escriben la historia, quienes lo hacen con la pluma y quienes lo hacen con sus hechos, pero sobre todo, quienes lo hacen con sus oídos, debemos ser nosotros mismos.

Pero dejaré abierta una pregunta: ¿porqué nos sentimos tan necesitados de diferenciarnos de occidente y no simplemente nos sentimos parte de la humanidad sin más?¿Existe realmente un sesgo occidental en nuestra formación y desarrollo que deba ser corregido?

Reflexión a partir del artículo siguiente, publicado el 5 de diciembre de 2010:


Artículo disponible en:

El primer científico de verdad

Ibn al-Haytham

Isaac Newton es, para muchos, el físico más importante de todos los tiempos.

Al menos, el padre indiscutible de la óptica moderna, o algo así nos dicen en la escuela.

Los niños estudian libros de texto en los que abundan lentes y prismas de su famoso experimento, sus estudios de la naturaleza de la luz y de reflexión, la refracción y la descomposición de la luz en los colores del arco iris.

No obstante, la verdad es un poco más gris y creo que es importante señalarlo: en el campo de la óptica, Newton descansa sobre los hombros de un gigante que vivió 700 años antes que él.

Se trata de al-Hassan Ibn al-Haytham, sin duda, un gran físico que merece pasar a los anales de la historia junto a Newton por su talla científica.

Ibn al-Haytham nació en el 965 AEC en lo que hoy es Irak. La mayoría del mundo occidental ni siquiera ha oído hablar de él. Como físico que soy, estoy asombrado ante la contribución de este hombre a esta rama científica.

Métodos modernos

El relato popular de la historia de la ciencia típicamente sugiere que ningún avance de relevancia tuvo lugar entre la antigua Grecia y la Europa renacentista.

Pero solo porque los países occidentales creen que se trata de años oscuros, no significa que también hubiera tal estancamiento en otras partes del mundo. De hecho, entre el siglo IX y XIII se dan los años dorados de la ciencia árabe.
Se produjeron grandes avances en matemáticas, astronomía, medicina, física, química y filosofía. Entre los muchos genios de ese periodo, sobresale Ibn al-Haytham.

Ibn al-Haytham es considerado el padre del método científico moderno.

Como está comúnmente establecido, éste consiste en investigar un fenómeno para adquirir nuevo conocimiento o corregir e integrar tesis previas, a partir de la recopilación de datos a través de la observación y la medición, seguida por la formulación y prueba de hipótesis para explicar los datos.

Así es como se hace la ciencia en la actualidad y por eso confío en los avances que se derivan de ella.

Pero todavía se alega a menudo que ese método moderno no fue establecido sino hasta el siglo XVII por Francis Bacon y René Descartes.

No tengo duda, sin embargo, de que Ibn al-Haytham llegó primero.

De hecho, por su énfasis en los datos experimentales y la posibilidad de reproducir los resultados, se le llama a menudo "el primer científico de verdad".

Entendiendo la luz

Ibn al-Haytham fue el primer científico en dar cuenta de cómo vemos los objetos.

Probó con experimentos, por ejemplo, la falsedad de la llamada teoría de las emisiones (que defiende que luz procedente de los ojos ilumina los objetos que vemos), -en su momento aceptada por grandes pensadores como Platón o Euclides- y estableció la idea moderna de que vemos porque la luz la que entra por nuestros ojos.

Lo que también hizo, que ningún otro científico había intentado hasta entonces, fue usar matemáticas para describir y probar ese proceso.

Así que puede ser considerado como el primer físico teórico, también.

Pero quizás es más conocido por el invento de la cámara estenopeica o agujero de alfiler, y debería concedérsele el crédito de ser el descubridor de la ley de la refracción.

Además, puso en práctica los primeros experimentos de dispersión de la luz entre los diferentes colores que la componen, y estudió de las sombras, los arco iris y los eclipses.

Y, al observar la manera en que la luz se dispersa en la atmósfera, llegó a calcular que el espesor de la atmósfera era de unos 100 kilómetros, lo cual no está mal.

Estudios forzados

Al igual que muchos otros académicos, Ibn al-Haytham realmente necesitaba tiempo y aislamiento para concentrarse en escribir sus muchos tratados, incluido su brillante trabajo en óptica.

Y tuvo una oportunidad poco oportuna cuando lo encarcelaron en Egipto entre 1011 y 1021, por haber fracasado en la tarea de ayudar a regular los desbordamientos del Nilo que le había encomendado un califa.

Mientras todavía estaba en Basora, Ibn al-Haytham alegaba que las inundaciones de otoño podían ser contenidas por un sistema de diques y canales, que además servirían como reservas para el verano.

Pero al llegar a El Cairo, enseguida se dio cuenta de que era imposible desde la perspectiva de la ingeniería. En lugar de admitir su error al peligroso y asesino califa, decidió fingir locura como forma de escapar al castigo.

Esto inmediatamente lo llevó a ser puesto en arresto domiciliario, lo que sin embargo le garantizó diez años de reclusión en los cuales pudo trabajar.

Movimiento de los planetas

Ibn al-Haytham fue liberado cuando murió el califa. Su regreso a Irak lo aprovechó para publicar unos cien trabajos sobre diferentes asuntos en física y matemáticas.

En un viaje por Medio Oriente, entrevisté a un experto en Alejandría que me mostró el reciente descubrimiento de algunos trabajos de Ibn al-Haytam sobre astronomía.

En ellos parece que llegó a desarrollar lo que se llama mecánica celestial, explicando la órbita de los planetas, con lo que se adelantó a europeos como Copérnico, Galileo, Kepler y Newton.

Es increíble que sólo ahora estemos descubriendo la deuda que los físicos de hoy le deben a un hombre que vivió hace mil años.

lunes, 1 de noviembre de 2010

Yo digo que nos adueñemos del inglés

Yo digo que nos adueñemos del inglés.

Tomaré esta, mi primera entrada, para lanzar un breve exabrupto que me ha venido a la mente con vehemencia.

Solemos defender con patriotismo nuestro español, nuestra lengua materna, que igual deberíamos defender las lenguas indígenas de la violencia oficial del español, pero...

El imperialista, el anglosajón, trata de imponer su idioma, y nosotros, malinchistas, obedecemos lacayos,  acatamos la imposición por cuestión de exigencia, pero...

¡La lengua es de quién la habla! y el inglés se ha venido a convertir en parte nuestra, y seguirá convirtiéndose, con los dictados e imposiciones extranjeros. ¡Pero ya no es más de los ingleses, o de los norteamericanos, o los australianos! ¡Es del mundo! Mejor apropiémonos del inglés, que ya es nuestro, igual que el español y nuestras lenguas indígenas. El indio hace suyo el español, sin remilgos ni melodramas y se vuelve bilingüe o hasta trilingüe. Hagámos del inglés nuestra segunda lengua oficial, pero por nuestra voluntad. Aprendamos sus reglas, sus usos, dominémoslos, y entónces usémoslo como nuestro, con creatividad e independencia, desde nuestro país y para nuestras necesidades, deseos y conveniencia, junto al español y las lenguas indígenas, y hacia el mundo.